Hay una Calma oceánica en el fondo de mi, en el fondo de ti, un silencio tangible como el de la mañana que lo empapa e inunda todo donde todas las preocupaciones pueden recostarse a descansar y disolverse.
Es como un dejarse caer en el fondo mismo de la incertidumbre donde encontramos el misterio divino de lo que realmente Somos, es una certeza sin palabras que se vive y que no necesita seguridades, una firmeza suave hecha de un coraje inmenso que respiramos donde nuestra respiración se ensancha y el corazón se alegra y reconoce inexplicablemente.
Es ahí donde todos los miedos se serenan y la culpa se silencia como si fueran gritos confundidos y desordenados que hallan su alimento sinfónico y ansiolítico en la fuente de nuestro Ser más profundo, entonces el tiempo pierde todo el peso, el pasado se vuelve un eco de gratitud y el futuro se vuelve un presente de dicha desplegada en el ahora donde disfrutas del abrazo que te das y que le das a todo. Y toda tristeza se desvela como un amor comprimido que liberado le devuelve el brillo a nuestros ojos de una esperanza que se realiza y se consuma en sí misma en el florecimiento de una plenitud que no exige nada y lo recibe todo con amabilidad.
Y es que cuanto más cariñoso eres contigo más aumenta la valentía de entregarte al viaje de la expansión del amor infinito. Estamos todos juntos. Te amo .
Sergio Sanz Navarro