Avanza con bravura, no te detengas cuando las oscuras brumas de la travesía te embrujen, los bosques del miedo son solo espejismos ,aunque a veces el peligro acecha de verdad, sé cauto, pero no te paralices, si paras que sea a respirar, regenerarte, contemplar, incluso visualizar…
La vida es salvaje ,si, pero encontrarás compañeras y compañeros que te alienten, que te insuflen cantos de gloria y salvación.
Y cuando menos lo esperes inesperadamente respiraras libertad, a veces incluso en mitad de la bancarrota anímica.
Habrá momentos de pánico y desesperación pero te levantarás.
Habrá camas donde tumbarte y miradas y abrazos dónde descansar.
Y las musas te colmarán de gracia y tu sonrisa se inundará de gratitud.
Y jamás volverás a caer en los infiernos pues por nada venderás tu paz, ni por una vieja alegría,pues será paz verdadera, felicidad oceánica, y no una aburrida tregua hija de la frustración ,pues serás hijo de lo Nuevo y lo nuevo será tu eterno amanecer, bienaventurado hermano, buenaventurada hermana.
Mi dicha, mi destino, mis erguidos compañeros en las batallas de la existencia, nuestro silencio reirá en la victoria de los que supimos permanecer impertérritos ante la desdicha que nos cayó o que nos buscamos.
Cuando el fracaso te azuce con maligna sorna y te susurre frases incapacitantes al oído, recuerda tu fortaleza, sal de ahí, corre, vuela, llama, implora, ríe, camina ¡vive!
Vamos juntos
Sergio Sanz Navarro