Y contemplaré la desolación sin asustarme , lo llenaré todo de amor dejándome amar en mi indefensión.Me perdonaré a mi mismo por haber creado esta experiencia de separación y algún día me reiré , sonreiré ya sin duda alguna en la certeza de lo que Soy.No se que hago aquí, amar, no sé donde estoy, estoy nadando en Dios, la vida con sus vaivenes absurdos y a la vez armonicos, indefiniblemente perfectos. Me perdonaré por haberme reventao los pies buscando amor, me acurrucaré ebrio en la esquina del vagón a escribir estos versos y me abrazaré.Y mientras asevere el grito del fracaso y la ruina en mi mente yo no me perturbaré y cruzaré todos los limites de la dignidad hasta que ya ni sepa qué es, hasta que solo mi estar sea una mirada fiera de amor y ausencia de ataque.Y me disolveré en la ausencia del control, respiraré mientras el miedo sacude mis huesos y me deleitaré de sentir en lo inevitable mi absoluta inocencia.Y mientras la lluvia caiga sobre Madrid y una calma gris inunde el metro entero mientras viajo… me dejaré acariciar por esta tranquilidad inexplicable.Y me inundarán lagos enteros de poesía en cada lágrima y caerán al suelo como una lluvia de oración y se destrabará todo pudor y caerán los velos que parecían tapar el amor y todo se convertirá en un perfume de embriagadora primavera de pasión.Y volarán las golondrinas al ver al bardo cantar y los exégetas saldrán a la calle proclamando su asombro, su perpleja confusión y los juglares trovarán cual muecines las notas de una canción sin nombre y yo seguiré llorando de sentir como escribiendo me regenero y el dinero no volverá a ser jamás una preocupacion.Y volveré a sentir todo el amor en mi corazón de todos los que me amaron y ya no será más una opción el rechazo. Y el amor seguirá secretándose en mi y ya no habrá tregua pues no habrá mas ausencia de paz.Y los días raros ya no serán más un oscuro enigma, serán sin duda una bendición, ya no serán más la deshojada nostalgia de un paraíso perdido y serán agua florida de eterna bienaventuranza.
Sergio Sanz Navarro