Que el » no» deje de ser el embajador de tu vida, que la soledad deje de ser el vientre infecundo de tu deseo, que los amores y los vientos arrojen a tu corazón la palabra pausada de un nuevo día y el barco del presente navegue sosegado hacia el crepúsculo, que se reconcilie tu memoria con lo no vivido y el futuro sea la niebla transformada en rocío sobre los jardines de tu alma.
Que tu presente no se teja de la nostalgia del ayer, odio traicionar mi espontaneidad como odio tachar lo que ya he escrito.
El falso maestro que hay en ti imita al verdadero, estate atento.
Que tu presente no se convierta en una conclusión muerta de tu pasado.
In media res, donde no se dice nada y toda conclusión se da la vuelta en un tedio mudo, en un país sin nombre y un rostro desencantado, un lugar en mi interior donde visito un vacío infértil y la vida se queda callada dentro de mi, inobsevándome detrás de los reversos de la nada tocado por una rabia informe y desenfrenada que no comprende, ríndete bohemio soñador de las legiones de la realidad, ríndete a la más avasalladora de las energías, aquella que extraña , caprichosa y juguetona se mece en cada rincón del misterio de la vida…
Sergio Sanz Navarro